--El sistema educativo reconocerá el derecho a la escolarización en la lengua oficial que elijan los padres en las comunidades bilingües. Los centros educativos garantizarán que, al final del periodo de escolarización obligatoria, los alumnos dominarán las dos lenguas de la comunidad en la que residan.
Desde los años 80, el modelo lingüístico catalán, llamado de inmersión, niega a los ciudadanos la posibilidad de educar a sus hijos en castellano. El Tribunal Supremo ha exigido a la Generalitat que, por lo menos, castellano y catalán tengan una presencia equiparable en las escuelas catalanas. Pero el Gobierno de Artur Mas se niega a acatar esa sentencia. Lo que proponemos es acabar con el modelo de inmersión y que se garantice por ley que cada ciudadano pueda elegir la lengua de educación de sus hijos. Así funciona en el País Vasco, pero no en Cataluña, Baleares y Galicia, donde los nacionalistas han hecho del idioma un instrumento político.
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